vídeo Los home runs van baratos

Àlex Soler / @alexsoler66

La noche del 3 de noviembre no fue como la imaginaron días antes los habitantes de Cleveland. Tampoco lo fue como la concebían los jugadores de los Indians que, con un 3-1 a favor en las World Series unos días antes, se veían casi vencedores del clásico de otoño. Francisco Lindor, Cody Allen o Mike Napoli seguramente creyeron que era muy difícil dejarse remontar pero el béisbol es un deporte caprichoso y el día 3 los Cubs alzaron el trofeo del comisionado 108 años después.

Los Indians perdían la mejor oportunidad desde que en 1948 ganaran la competición de volver a ser campeones. Aun así, no todo era negativo. Para Mike Napoli había sido un año perfecto. El gran bateador de la tribu afrontaba 2016 como su último año de contrato esperando cuajar una buena campaña para salir al mercado libre en busca de un cheque en blanco. Pese a perder en las World Series, la temporada no podía haber sido mejor par él.

Tras una gran año, Napoli tenía razones de sobra para pensar que tendría mucho más mercado este invierno que el pasado. Después de la temporada 2015, en la que jugó para los Rangers de Texas y los Boston Red Sox, el primera base encaró la agencia libre con un aval en forma de .224 de porcentaje de golpeo, 18 home runs y 50 RBIs. Ese invierno apareció Francona, entrenador de los Indians, para llevárselo a Ohio a un precio relativamente bajo, 7 millones de dólares por una temporada.

Unos 7 millones que acabaron convirtiéndose en 34 cuadrangulares, 101 carreras y una estrella que se ganó a la afición de la tribu sin problemas. Por el Progressive Field se paseaban los hinchas con el lema «Party at Napoli’s» estampado en la camiseta. Finalmente, Napoli no pudo llevarse las World Series pero el temporadón que se había marcado en Ohio le valía para salir disparado a buscar un contrato bastante más jugoso que el que consiguió con Cleveland. Su deseo era continuar jugando para la tribu, pero no a cualquier precio. “Es mi primera prioridad”, dijo el bateador sobre la probabilidad de quedarse en los Indians. “Pero ya sabemos como es esto, ya se verá”, concluyó justo al iniciarse la agencia libre.

¿ESTÁ EL TELÉFONO EN SILENCIO?

El teléfono, sin embargo, no sonaba. Pasaban las semanas y no se oía el timbre de llamada su móvil. Pasaron más días, meses, y no había ofertas ‘serias’ encima de la mesa. “Fue frustrante, salí del mejor año de mi carrera pensé que varios equipos vendían a por mi… Sé que tengo 35 [años], pero demostré que sano puedo jugar”, declaró Napoli en la presentación con su nuevo equipo.

El mencionado acto de presentación se llevó a cabo después de que el 16 de febrero Napoli perdiera la poca paciencia que le quedaba y firmara, con los Rangers de Texas, un contrato que se anunció como un acuerdo de un año por 8,5 millones de dólares. En realidad, si se tienen en cuenta todas las variables, como el año opcional por el club a razón de 11 millones, este año el jugador cobrará 6 millones, uno menos que lo que consiguió con los Indians.

«Salí del mejor año de mi carrera y pensé que varios equipos vendrían a por mi»

Mike Napoli terminó una temporada de ensueño golpeando home runs importantísimos para un equipo que lleva más de medio siglo persiguiendo el título. Pese a su buen hacer, la edad ha tirado atrás a equipos que podrían haberle pagado mucho más. Además, tuvo la mala suerte de salir al mercado en 2016, el año en el que los equipos han decidido cerrar la cartera ante las ofertas de grandes pegadores.

EL CASO ENCARNACION

Precisamente, Edwin Encarnacion fue quien cerró la puerta de vuelta de Napoli a los Indians. El gran bateador de la República Dominicana apareció, después de dejar a los Toronto Blue Jays, para llevarse un contrato de tres años por 60 millones de dólares con la tribu. El dominicano, de 34 años, llega a Ohio tras promediar 39 home runs y 110 carreras impulsadas en los últimos cinco años.

Aunque significa mucho más dinero que el que ganará Napoli, Encarnacion buscaba un contrato más largo y lucrativo que nunca llegó. También firmó tarde y fue víctima de una agencia libre que ha discriminado a la potencia.

Yoenis Cespedes, de los New York Mets, por poner algún ejemplo, consiguió un contrato, en 2015, con el que ganará 170 millones de dólares. Chris Davis, de los Orioles, consiguió 161 millones en otro acuerdo el mismo año.

¿POR QUÉ?

Hay varias razones por las cuales se ha discriminado a los bateadores poderosos esta offseason pero, según expone Ben Reiters en Sports Illustrated, se pueden nombrar cuatro grandes motivos:

1- El nuevo convenio colectivo: Mediada la agencia libre, el el nuevo convenio colectivo estableció un nuevo impuesto de lujo, que pasó a ser de 189 a 195 millones de dólares.

2- El ‘boom’ de home runs: Esta temporada se han bateado 5,610 cuadrangulares, un 12,5% más que el año anterior, siendo la campaña con más desde el 2000. Este motivo ha impulsado a los equipos a pagar más por lanzadores especialistas en prevenir home runs que en bateadores que los produzcan.

3- Un deseo de polivalencia: Los equipos han optado por firmar a jugadores completos que tengan varias habilidades y puedan ocupar diferentes posiciones en el campo. Los pegadores suelen ser jugadores que no destacan en las otras áreas del juego, hay excepciones, y no han sido tan valorados este año.

4- 2018: La agencia libre de 2018 vendrá cargada de superestrellas. Manny Machado, Bryce Harper, Clayton Kershaw, Matt Harvey, Josh Donaldson… Son todos jugadores de primera linea, la mayoría jóvenes y con el cielo como límite. Los equipos han preferido guardar dinero para gastarlo el año que viene.

Mike Napoli lo hizo todo bien, jugó la mejor campaña de su vida y llegó a las finales de la MLB. En un mundo ideal, el bateador se habría llevado un montón de billetes por su gran actuación pero, en el béisbol, no se puede dar nada por hecho.

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